El Partido Demócrata de Córdoba, nació, en 1913, al amparo de la ley Sáenz Peña, como consecuencia de las nuevas libertades democráticas de fines del siglo diecinueve, cuando la Argentina sobresalía en el liderazgo de las Naciones. Nuestros orígenes coinciden con la Argentina grande y próspera que la Generación del 80 nos legara.

Los nuevos vientos de la reciente democracia, convocaba a los mejores hombres de Córdoba, a construir las instituciones más aptas para acompañar el sostenido crecimiento, que retumbaba en la América toda, que observaba atentamente el nacimiento de una gran nación.

Las instituciones se sometían al control y a la participación del Soberano que ya Sarmiento había preparado.

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En Córdoba, fueron estos nuevos vientos los que generaron una pléyade de estadistas, dirigentes que coincidieron con el derecho al voto universal, secreto y obligatorio. Con el liderazgo de quien sería posteriormente gobernador de la provincia, Ramón J. Cárcano, se incluirían en la reforma constitucional de 1912, los principios de las libertades democráticas, los derechos de los trabajadores, y el respeto a la persona y la familia.

Nacía así, al amparo del modernismo y la libertad, el Partido Demócrata de Córdoba. A Ramón J. Cárcano lo sucederían extraordinarios demócratas, como Rafael Núñez, Jerónimo del Barco, Julio A. Roca (h.), Emilio Olmos y Pedro J. Frías.

La historia de Córdoba los instala en el sitial de los gobiernos más progresistas, honestos e igualitarios. Resistieron por igual los golpes de estado y el fraude electoral.

A estos Gobernadores Demócratas les debe Córdoba la creación  boletín oficial,  para la transparencia y conocimiento de los actos de Gobierno; la proliferación de las Bibliotecas Populares; el trazado del Camino de las Altas Cumbres; la creación de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.

Se sentaron las bases de la justicia social y los derechos del ciudadano. Se fundó la Caja Popular de Ahorros, dando comienzo a la Lotería de Córdoba, para otorgar pensiones a la vejez y ejercer la protección de madres, viudas y huérfanos. En estos gobiernos se estableció la jornada laboral de ocho horas y se reglamentó el trabajo de mujeres y menores.

Se construyeron balnearios con lavaderos, casas de baños públicos, talleres sociales,  y plazas de ejercicios físicos. En Barrio San Vicente se creó el primer plan masivo de viviendas para obreros de la provincia. Se construyeron los diques sobre el Río de los Sauces, en San Javier y sobre el Río Cruz del Eje. Se abrieron numerosos caminos carreteros, puentes, vados, alcantarillas, pozos y molinos para provisión de agua. Se finalizaron hospitales, como el Abel Ayerza, de Marcos Juárez y la morgue del Hospital San Roque. Se concluyó la construcción del Parque Sarmiento, abriendo nuevas avenidas, construyendo el rosedal y realizando obras de riego y desagüe pluvial. Se culminaron las obras de afianzamiento del dique San Roque.

Se sancionaron las leyes que se refieren a la protección obrera y a la vejez, a la bonificación de los sueldos del magisterio y a la reforma de la ley orgánica municipal, estableciendo la absoluta autonomía de las comunas. Las referidas a las cantinas maternales y a la jubilación de los periodistas.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, fue Cárcano quien, designado embajador por Argentina en Inglaterra intercediera ante las Naciones Unidas para que Argentina fuera incorporada como nación fundadora, a pesar de los reclamos de los aliados por nuestra posición de simpatía para con los países del eje, y, adelantándose a los tiempos, hizo constar nuestra posición soberana en Malvinas. Posteriormente, por recomendación de Ramón J. Cárcano, el Partido Demócrata de Córdoba,  adheriría a la candidatura presidencial de Juan Domingo Perón en 1946, y sería uno de los muchos políticos de diferentes extracciones ideológicas que simpatizarían el peronismo.

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Los años posteriores, verían a nuestro partido inmerso en debates internos y aliancistas. Las reiteradas interrupciones militares en el devenir democrático, alejaron aún más a la dirigencia demócrata. No obstante, en cada elección el PD lanzó sus propios candidatos. Octavio Capdevila en 1958; Emilio Olmos en 1962; Arturo Uanini en 1963; Luis Rampone en 1973.

El renacer de la democracia del año 1983, convocaría nuevamente al Partido Demócrata de Córdoba, llevando como candidatos a la gobernación a Jorge Maldonado, quien encabezaría el relanzamiento partidario. Luego, Domingo A. Viale, en 1991 y Roberto Cornet, en 1995, cerrarían la participación política, y el partido se lanzaría en adelante en alianzas electorales.

Bueno es destacar que, en el año 1985, en alianza con el Partido de Centro, se constituía la Unión Demócrata de Centro. Posteriormente, a través de la creciente influencia de los dirigidos por el Ing. Alvaro Alsogaray, nacía la Ucede distrito Córdoba.

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Tal como dijera Julio A. Roca, refiriéndose a Rafael Núñez ya entrando en la década del 30 “el Partido Demócrata le debe la vida. El que con su serenidad permitió que el Partido se reconstituyera al otro día de su derrota”.

Esta es sin duda la característica histórica del Partido Demócrata, la de reconstituirse al otro día de su participación democrática, más allá de los resultados.